El pasado 14 de junio, la Agencia de Calidad de la Educación publicó los resultados SIMCE 2022. Este año, los resultados son especialmente relevantes, ya que la medición no se había realizado correctamente desde el año 2018. Entre medio, una crisis social y una pandemia azotaron nuestro sistema educativo, por lo que existía la necesidad de evidenciar cómo estos años han afectado los aprendizajes de niños, niñas y adolescentes del país.
A grandes rasgos, nos encontramos con una esperable disminución de puntajes, con especial fuerza en matemáticas. Sin embargo, nos encontramos en un escenario menos desfavorable del esperado, con bajas promedio de entre 4 y 6 puntos en lenguaje y entre 10 y 12 puntos en matemáticas. Entre las cosas que más han llamado la atención, se observa que en matemáticas los puntajes del grupo socioeconómico más vulnerable se mantienen estables en segundo medio, siendo los otros grupos los que caen con más fuerza. También se observa una preocupante brecha de género en matemáticas de segundo medio que se ensancha en este periodo.
Aún siendo menos negativos de lo esperado, los resultados reafirman que las necesidades educativas siguen siendo evidentes, y que se tienen que revisar los objetivos y estrategias del Plan de Reactivación Educativa, hoy puestos justificadamente en habilidades de lectoescritura, para aumentar esfuerzos en matemáticas, con particular urgencia para jóvenes prontos a egresar, pues existe menos tiempo para disminuir el rezago. Es fundamental identificar las pistas que nos deja el SIMCE y las experiencias de las comunidades escolares para revisar prioridades y fortalecer medidas.
Por otro lado, resultan preocupantes las brechas de género en los resultados en matemática, particularmente en 4° básico. Tenemos la obligación y la urgencia de remontar cuanto antes estas brechas, antes de que se transformen en una determinante para las trayectorias educativas de niñas y adolescentes. En la misma línea, existe una brecha de género en la autoestima académica, lo que en parte explica la diferencia de desempeño en matemática. Estos datos muestran una problemática que se arraiga a la cultura escolar y que sin duda traspasa a la escuela, por lo que también se debe aprovechar y relevar la importancia de lo socioemocional en procesos de aprendizaje, y cómo en contextos de contención emocional existe mejor desempeño.
De todas formas, es importante mirar los resultados en perspectiva, pues independiente de este periodo de crisis, en la última década no se han observado mejoras considerables en los resultados, a pesar de los esfuerzos. Si queremos resultados distintos, tenemos que hacer las cosas distintas, por lo que la innovación educativa es un camino que debe adoptarse de manera transversal en el sistema educativo.
Por último, destacan con estos resultados los esfuerzos y capacidades de las comunidades educativas para enfrentar esta crisis sin precedentes. En esa línea, es una buena noticia que 116 establecimientos en categoría insuficiente hayan mostrado mejoras significativas en sus resultados de aprendizaje. Es necesario analizar los casos de estas escuelas para identificar aciertos y comprender razones de fondo que explican esta mejora y que nos permitan alcanzar una pronta recuperación de la mano de los esfuerzos conjuntos de las comunidades educativas, el Estado y la sociedad civil.
Si quieres conocer los resultados en detalle, puedes ver el reporte completo que hizo la Agencia de Calidad para la Educación aquí.
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Foto: Mineduc